lunes, 22 de agosto de 2011

Caramelo

Abrí mis ojos rápidamente y miré nervioso el despertador sobre mi cómoda, ya eran las nueve y cuarto, él ya habría llegado hace rato...
De un salto me levanté de la cama y me puse de pie me acerqué rápidamente a la ventana y corrí la cortina para mirar el jardín, en efecto, él ya estaba ahí... me quedé atónito unos segundos admirando su belleza, su cuerpo.
Él era el nuevo empleado de mantenimiento contratado por mi padre, era un chico joven , de unos 22 o quizás 23 años, no estaba seguro. Era el encargado del jardín, la piscina y algunas otras chapuzas que tanto mi madre como mi padre no dudaban un segundo en ordenarle. Llegaba todas las mañanas puntualmente a las 8:30 antes de que mis padres se fueran a trabajar, siempre comenzaba por el jardín, recogía las hojas secas, recortaba los setos y regaba cuidadosamente cada una de las hermosas flores de mi madre, después cuando nadie podía verlo, o al menos él creía que nadie lo veía, se bañaba en la piscina para refrescarse, francamente era un chico encantador, educado, atractivo, sensual, misterioso...

En ese momento se encontraba limpiando la piscina, tenía todo su pelo empapado y toda el agua caía sobre su torso desnudo, él miró hacia mi ventana y con una sonrisa y una mirada me dio los buenos días, yo levanté mi mano tímidamente y lo saludé, rápidamente cerré la cortina y con una sonrisa en la cara bajé las escaleras para ir a desayunar, nada mas entrar en la cocina choqué con mi padre que ya se iba a su trabajo en la oficina, me senté en la mesa y enseguida percibí que toda la sala estaba inundada por un dulce olor a caramelo, en ese instante mi madre colocó delante de mi un gran plato con tortitas y caramelo, era mi plato preferido, la dulce y suave textura del caramelo era algo que simplemente no podía resistir, hacía que todo mi cuerpo se estremeciera de intenso placer, era algo insólito.

Mi hermana se despidió de mi madre y de mi y se fue a la casa de una amiga, y mi madre en cuanto terminé de desayunar se fue a su trabajo.
-Justin, cariño, pórtate bien y no hagas ninguna locura, ¿si ? Me dijo ella mientras me daba un beso en la frente.
-Tranquila no echaré la casa arder otra vez . Bromeé.
-Más tarde dale algo de beber a Dylan, estará sediento el pobre. Me insistió mi madre refiriéndose al encargado de mantenimiento y yéndose a toda prisa de la casa.
Cogió sus llaves y se fue sin hacer el mas mínimo ruido.
-Adiós mama... yo también te quiero... Dije apenado en voz alta.
Suspiré y sonreí al pensar en las palabras de mi madre "Dale algo de beber a Dylan" pase el dedo por mi plato ya vacío y llenando de dulce y pegajoso caramelo, lo metí en mi boca y lo relamí con ansia. En ese momento posé mi vista en la puesta del jardín, mirando con descaro a Dylan, estaba sosteniendo el caza hojas y miraba fijamente el agua de la piscina, soltó el caza hojas y se colocó el paquete. Sentí que por un momento me faltaba la respiración, y sin poder remediarlo me llevé la mano al mio, el cual estaba aumentando considerablemente, volví a mojar mi dedo en el caramelo y lo relamí de nuevo, mordiéndolo, jugando con mi lengua. Sin quitarle la mirada de encima, vi como se quitaba sus tenis deportivos y como se desprendía de su pantalón corto de deporte. Mi respiración se aceleró, al igual que se aceleró el ritmo de mi mano, la cual aprisionaba mi miembro con fuerza y firmeza, ahora rígido y duro por la escena de la cual estaba siendo testigo. Ahora Dylan dejaba sus ropas cerca de una mesa y sin pensarlo, se tiró de cabeza a la piscina. Desde mi posición se me hacia imposible ver como nadaba, así que en una carrera subí a mi cuarto y apartando un poco la cortina miré hacia la piscina, allí estaba nadando con toda su elegancia y sensualidad, veía como los músculos de su espalda se contraían y relajaban con cada brazada, al igual que se contraía mi miembro al observar ese espectáculo. Bajé ligeramente mi pantalón y mi ropa interior y dejé al descubierto mi rabo. No estaba mal, media al rededor de unos 17 ó 18 centímetros que para mis 16 años creo que no estaba nada mal, me había hecho algunas pajas con mis compañeros de clase y amigos y yo era el que más grande la tenía de todos y me sentía muy orgulloso, lo mire con detenimiento, tenía las venitas hinchadas y palpitantes, lo frotaba suavemente pensando como de grande la tendría mi amor platónico .
Miraba por la ventana y lo veía salir de la piscina y retirarse su oscuro pelo de la cara, estaba chorreando, todo el agua caía por su abdomen y espalda, yo estaba fascinado con ello, no quería llegar a correrme aún, me encantaría poder correrme junto a Dylan... pero sé que eso es imposible él es mucho mas mayor que yo y sé que no querrá saber nada de un niñato como yo... Pero aún así, recordé lo que mi madre me dijo e intentando relajarme para que mi duro colega volviera a su estado normal y poder salir al jardín sin problemas, me coloqué el paquete de forma disimulada y me llené de valor para salir al jardín y hablar con él .
Abrí el frigorífico y saqué un refresco de cola bien frío para ofrecérselo, me acerqué a la puerta y observé como mi jardinero se estaba colocando los pantalones sobre los calzoncillos empapados y como se ataba las deportivas.
-Buenas. Saludé amablemente acercándome a el.
-Ey, buenos días enano, me he dado un bañito en tu piscina, espero que no te importe. Sonrió mientras se terminaba de atar sus zapatillas y se incorporaba acercándose a mi.
-No tranquilo, no hay ningún problema. Sonreí y le tendí el refresco. Mi madre me dijo que te ofreciera algo de beber.
-Muy amable. Tomó el refresco y lo abrió dando un largo buche.- Estaba seco, hace una calor impresionante.
Yo mientras tanto me dedicaba a desnudarlo con la mirada, a fantasear con su cuerpo, quería verlo desnudo, ver como era su polla... me encantaría verla...
-¿Justin? ¿Me estás escuchando? Me insistió Dylan un par de veces chasqueando los dedos.
-Disculpa, no se en que estaba pensando . Dije mientras removía la cabeza un par de veces .

-Yo tampoco sé bien en lo que estabas pensando, pero tenía que ser algo muy bueno... porque te has puesto bien duro. Se rió señalando mi entrepierna.

- ¿Cómo? Miré mi paquete y éste se encontraba abultado, marcando mi miembro perfectamente, sentí como me moria de la vergüenza.
-Vaya, tienes una buena polla para tu edad enano, pero no me superas. Bromeó acariciándose el paquete.
-¿Perdona? Me quedé helado, no me podía creer lo que me decía.
-Si hombre... mira te diré a que me refiero. Y sin decir nada más se metió dentro de casa, yo le seguí incrédulamente sin saber que pasaba.
Se sentó en uno de los sofales y sin tardar un segundo se bajo la ropa dejando al aire una enorme polla. Me quede atónito, era la primera vez que veía una polla de esas dimensiones, y aún no estaba erecta del todo, era magnifica, preciosa, como la de los actores porno de las películas. Era grande y gorda, muy gorda, estaba completamente seguro de que no podría sujetarla solo con una mano, y sus cojones eran grandes, Dios me moría de ganas por hacerme una paja observando esa maravilla del cielo. Dylan agarró su miembro y sonrío.
-¿Ves? La mia es mucho más grande, no me ganas.
-Ya veo... Me senté a su lado, a una distancia prudencial e intentando disimular el bulto enorme que había formado mi polla.
-Ey tío, aprovechando que estamos solos, ¿Por qué no nos hacemos unas pajas? Sugirió mientras meneaba su miembro en el aire.- Venga no te cortes y sácatela, tengo ganas de ver que escondes ahí con tanto disimulo.
Me dijo tirando ligeramente de mis pantalones intentando desprenderme de ellos.
Yo sin pensarlo dos veces, me bajé los pantalones y tragué saliva a la hora de bajarme los calzoncillos y dejar mi miembro al descubierto.
-Guauu, menudo cipotaco tienes tío, serás la envidia de tus colegas eh. Rió acercándose a mi y colocándose a mi lado.
Yo me agarré la polla y la meneé un poco, ya estaba completamente dura y una gotita transparente asomaba por la puntita, estaba a cien y no haber terminado la paja de esta mañana no me ayudaba nada.
Miraba de reojo a mi acompañante, éste se levantó y agarró algo de la mesa y lo escondió a su lado sin yo poder apreciar que era, siguió frotándose el cuerpo con una de sus manos mientras su polla y su otra mano danzaban en el aire, yo le imitaba y sentía un cosquilleo en todo el cuerpo por esta experiencia que estaba viviendo, era el sueño de mi vida.
-¿Por qué no hacemos esto más divertido? Susurró Dylan soltando su manubrio y sosteniendo el mio con su mano .

Me quedé de piedra, casi me corro en ese momento. ¡¿¡¿Me estaba pajeando?!?! ¿Acaso era gay o simplemente se estaba dejando llevar? No estaba seguro y sinceramente no me importaba lo más mínimo, pensaba correrme bien a gusto con el pajote que me estaba haciendo.
-¿A qué esperas? Ahora tú. Me dijo mientras cogí mi mano y la ponía sobre su polla.
Quería que yo le pajease , y así lo hice, sostuve su miembro con firmeza y con un juego de muñeca comencé a hacerle una deliciosa paja, frotaba su glande, notaba las venitas que decoraban todo el cuerpo de su enorme polla, estaba disfrutándolo de lo lindo y por su rostro, él también estaba disfrutándolo, tenía los ojos desencajados y veía como se mordía el labio y lo relamía. Comencé a gemir.
-No jodas, ¿ya vas a correrte? Si solo he podido pajearte un poco. Me replico
Parecía que le disgustaba más la idea de no poder pajearme más que el hecho de que fuera a correrme.
-Estoy muy cachondo, Dylan... me pones mucho. Confesé entre mi agitada respiración, no tardaría mucho en correrme.
-Con que te pongo bien cachondo, ¿no, perra?- Rió y aumentó el ritmo. Pues no te preocupes voy a hacer que lo disfrutes...
En ese momento agachó la cabeza y se metió de una sentada todo mi rabo en su garganta, sin darme tiempo a reaccionar, tenía la polla hincada en la garganta del tío que me limpiaba la piscina, no podía creerlo, y fue tanta mi excitación que me corrí en el mismo acto dejando los ojos en blanco y soltando un intenso gemido. Toda mi leche se derramó en sus amígdalas y chorreó por toda su garganta. Yo le sujetaba la cabeza y el pelo con fuerza hundiendo mas aun su cabeza en mi entrepierna. Tras esos segundos de placer, me quedé extasiado, muerto, la sensación era indescriptible, solo aquellas personas que han visto cumplida su más oculta fantasía sabrán a que me estoy refiriendo.
Dylan se levantó y se relamió los labios, yo me quede mirándolo y él me dijo entre susurros.
-Ahora termina tú esta faena. Y descubrió el objeto que había escondido, era el bote de caramelo que dejé en la mesa después de tomarme las tortitas me señaló su miembro bien recto y duro y lo roció con un poco de caramelo.
Yo sin pensarlo me tire de rodillas al suelo enfrente de esa delicia que los dioses me habían concedido, y con mis dos manos la agarré y froté, quería que mi amor platónico gozara tanto de esta experiencia tanto como yo lo había hecho. Él cerró los ojos y inclinó la cabeza hacia atrás disfrutando del trabajito que le estaba practicando. Aprovechando que no estaba mirándome, me acerqué a su miembro y sacando la lengua, recorrí todo su cuerpo, sintiendo su polla cubierta del dulce y sabroso caramelo. Eso tuvo que excitarle bastante pues note como su cuerpo se estremecía y escuche un pequeño quejido que intento ahogar mordiéndose el labio. Seguí masturbándole esta vez con más fuerza y Dylan comenzó a gemir más y más fuerte hasta que de pronto, de su polla brotó un chorro de leche que me golpeó en la cara, asustado retrocedí un poco. Dylan gemía y de su polla seguía saliendo ese espeso líquido que caía sobre sus piernas y mis manos. Yo sorprendido por esa corrida me quedé inmóvil, él se quedó mirándome, nuestras miradas se cruzaron y se incorporo, besándome en la mejilla con cariño.
-¿Nos damos un baño? Susurró
.

5 comentarios:

  1. Muy buen relato para inaugurar el blog, el titulo que has escogido me ha gustado, aunque personalmente no me guste el caramelo. Esta muy bien redactado y la fantasia sexual de Justin y el chico de la piscina perfectamente descrita, bueno fantasía que ha dejado de serlo ya...Nadocore espero que no tardes mucho en publicar el siguiente relato porque lo haces muy bien. Estaré pendiente.
    Saludos a los tres.

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  2. Me ha encantado la actitud de Justin al principio, me atraen muchisimo los chicos tan adorables pero tambien con su picardía,o esa es la impresión que me ha dado a mi. Me gustaría leer otro relato tuyo pronto, ya que es una de las pocas veces que leo historias eróticas de la tinta de un chico, y no de una mujer.
    Enhorabuena, y espero leer otro tan bueno o mejor que este.
    Saludos.

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  3. Este relato está cojonudo. La descripción del polvo es brutal!!!!! En serio, me ha gustado muchísimo. Me he metido tanto en el relato que hasta me he sentido uno de los protagonistas. Solo un pero, por qué le has puesto esos nombres????? Cortan el rollo que te cagas!!!!

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  4. La verdad es que siempre lo paso mal para ponerle nombres, jajajaja.
    No se por que le puse ese nombre la verdad, el primero que se me ocurrió en ese momento.
    Me alegro muchisimo de que te gustara!
    Y espero q los siguientes te sigan gustando igual o mas que este.
    Muchos besos y mil gracias !

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  5. ¡¡Oh Dios mio!! Esto es... es... no tengo palabras para describirlo.

    Seguid asi.

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