martes, 23 de agosto de 2011

" Fýlo "

El coche se detuvo, escuché abrirse la puerta y tiraron del muchacho que estaba a mi lado, el cual nos arrastro por culpa de las cadenas.
Nos tenían encadenados , seríamos unos cinco o seis chicos, nos tenían con los ojos vendados y en ropa interior. Una voz rompió el silencio.
-Muy bien panda de señoritas, hemos llegado a nuestro destino. Como ya sabeis esta noche todos vosotros os presentáis para ser miembros aptos para la hermandad “Fýlo”, esta noche os someteremos a una seria de pruebas para mostrar vuestra lealtad y valía, ¿entendido? Dijo el jefe del grupo con tono firme.
Era cierto , esa noche yo y mi compañero de la faculta y de residencia nos presentamos a ser miembros de la hermandad Fýlo, una de las mas reconocidas y respetadas del campus, todo el que fuese miembro, tenia asegurada la popularidad y el respeto de todo el mundo y como un millón de jóvenes del campus, yo quería ser miembro de el. Pero según los rumores no es fácil pasar la prueba para conseguir serlo, son humillantes y vergonzosas, como en todas las demás.
Pero aseguraban que ningunas eran como las de Fýlo.... ¿Tan malas podían ser?
Yo era un chico de 20 años recién cumplidos, miembro del club de baloncesto. Media uno ochenta y siete de alto, no estaba musculoso pero tenias unos buenos brazos tonificados y marcados, al igual que mis piernas y prácticamente todo mi cuerpo. Tenia el pelo corto, muy corto, me gustaba la sensacion de pasar mi mano por la cabeza y notar como mi pelo arañaba mi mano.
Por desgracia estaba soltero, pero buscaba la compañía de una buena chica, sensata y con los pies puestos en la tierra, pero al mismo tiempo quería que fuera explosiva y muy sexy. Pensé que formando parte de esta hermandad, me seria mas fácil buscar a un que fuera a verme a los entrenamientos, y bueno... esas cosas que hacen las novias.
Las cadenas que me ataban tiraron de mi y por inercia fui detrás de ellas. Note como entramos en un edificio, notaba las frías baldosas y el eco de los pasillos, estábamos en la faculta.
Nos metieron a todos en una de las aulas que por su acústica, me era muy familiar.
-Muy bien, a llegado la hora de la verdad. Podéis quitaros las vendas. Anuncio el líder.

Todos nos quitamos las vendas de los ojos como pudimos, ya que seguimos encadenados. La estampa que visualice me dejo un poco atemorizado. Nos encontrábamos en uno de los gimnasios cubiertos alumbrados únicamente por un débil foco, en frente nuestra unos ocho chicos de nuestra edad con unos antifaces negros que ocultaban su identidad, dos de ellos que se encontraban a los laterales llevaban unos bates de béisbol, seguramente para atemorizar al grupo. Uno de ellos se acerco a nosotros y fue quitandonos las cadenas que nos aprisionaban.
-Queridos aspirantes esta noche por vuestro bien, espero que dejéis a un lado vuestras creencias y ideales, pues todos serán rotos. Gritó el líder que dio un paso al frente.
-Primera norma, nunca, bajo ninguna circunstancia podéis dejar una prueba a medias.
Segunda , no podéis agredir a los participantes ni a los árbitros de las pruebas.
Si no os parece bien, podéis iros ahora mismo, pero si decidís seguir, tenéis que acatar las normas, ¿Entendido? Nos explico el jefe.
Escuché como uno de mis compañeros sollozaba, estaba muerto de miedo, como yo.
¿Que tipo de cosas ibamos a tener que llevar a cabo? No me importaba, conseguiría por encima de todo ser miembro de la hermandad.

-¿Alguno de vosotros desea retirarse? Anunció uno de los chicos que estaban al lado del jefe.
Nadie movió un músculo.

-De acuerdo... Ya habeis avanzado una gran parte, en Fýlo apreciamos y valoramos mucho la valentía. Ahora quitaros la ropa interior y sentaros de rodillas en el suelo.

Supusimos todos que algo de esto ocurriria, a las hermandades les encantaba desnudar a los aspirantes para probar su lealtad, obedecí sin rechistar dejando al aire mi miembro. Mire de reojo a mis compañeros, por lo que podía ver a alguno les pillo de improvisto y se mostraron poco cooperativos, tras una mirada fulminante de los miembros selectos de la hermandad, todo terminaron por desnudarse y sentarse en el suelo. Nos indicaron que nos sentáramos uno de tras de otro.

-Muy bien, ahora vamos a trasladarnos al final de la pista, quiero que vayais andando como perros uno detrás de otro, cada uno de vosotros tendrá que pegar su boca al culo del que tengáis en frente, ¿comprendido?.
Y a regañadientes, uno detrás de otro fuimos avanzando a lo largo de la pista del gimnasio.
Yo llevaba la barbilla pegada al cachete de mi compañero de enfrente, intentaba no mirar su culo y mucho menos sus cojones. Pero en ese momento que vamos avanzando, note como la boca de mi compañero de atrás se incaba totalmente en mi culo. Note como sus labios húmedos se frotaban con mi ano, me estremecí y deseé pegarle una patada a ese mariconazo que me estaba besando el ojete. Pero las reglas eran claras, no podía hacerlo o me eliminarían, y seguramente ese chico intentaba sacarme de mis casillas para tener un rival menos en este extraño juego. A si que inspirado por su acto, decidí actuar de la misma manera que el y intentar sacar de sus casillas a mi compañero de enfrente, ¿pero como?. No pensaba comerle el culo al igual que ese mariconazo estaba haciendo conmigo, tenia que buscar otra forma...Y la encontré. Me lance al cachete de el chaval y le mordí, no con fuerza, pero le mordí. Note como se paralizaba un momento, y me miro queriendo fulminarme con la mirada, pero no me delató, sabia que no lo aria.
-Muy bien, podéis parar. Ahora a correr un poco, quiero veros sudar un poco.
Y nos tiramos por lo menos 15 minutos corriendo sin parar, evidentemente quien parase de correr fuera por el motivo que fuera, estaría eliminado, y a mi no me costó mucho mantener el ritmo, pero de los seis chicos que éramos, nos quedamos en cuatro. El jefe nos ordenó parar y colocarnos en círculo.
Ahora los cuatro chicos sudorosos, desnudos y con la respiración agitada nos mirábamos con temor y al mismo tiempo con un montón de humor. Humor que los miembros de élite compartían ya que cada vez que les mirábamos, veíamos como reían disfrutando de una humillación que tan solo había empezado.
Las siguientes ordenes del jefe nos dejo horrorizado a todos nosotros, consistía en masturbar al chico que tuvieramos a nuestra derecha, por lo tanto, los cuatros nos estábamos masturbando unos a los otros, perdería la prueba el primero que se pusiera cachondo.
Mire al compañero de mi derecha y cerrando los ojos sujete su polla que se encontraba pequeña y flácida, seguí con los ojos cerrados y note como me cogieron a mi la polla y como comenzaban a pajearme, abrí los ojos buscando un consuelo y una salvación a esa espantosa situación, y me fije que el chico que me estaba pajeando no era ni mas ni menos que el chico al cual le había metido el bocado en el culo, me miraba con rencor y levanto una ceja de forma desafiaste, aumentó el ritmo. Ese cabrón quería ponerme cachondo para que me eliminasen, y si seguía así lo conseguiría. No me gustaba que un tío me pajease, pero una paja era una paja, y con tanto roce sabia que tarde o temprano se me pondría dura.... A si que una vez mas copié la técnica de mi contrincante y le comencé a hacer un buen trabajito al chaval que estaba pajeando, pero éste tenía los ojos cerrados con fuera y estaba esforzándose al máximo para no excitarse lo mas mínimo, su cipote no habia cambiado de forma lo mas mínimo, seguía igual de flácido que al principio, tenía que pensar algo y rápido.
Miraba con nervios a los demás , ninguno conseguía empalmarse, pero tarde o temprano, uno de nosotros conseguiría empalmarse seguro.
Iluminado por una fugaz idea que quizás no funcionaria, solté el miembro de mi compañero y me escupí en la mano, confiando que si le pajeaba con la mano húmeda la sensacion aumentaria. Mi mano se deslizaba en su polla, la viscosa saliva cubría todo tu superficie y le trabaje con insistencia el glande, sabiendo que si lo masajeaba como era debido, conseguiría que se empalmase. El muchacho comenzo a acelerar su respiracion y a sudar, lo estaba logrando, notaba como aumentaba de tamaño en mi mano y como las venitas palpitaba, lo logre, el tío se puso como una piedra y lo eliminaron de la competición.
Quedábamos tres....

5 comentarios:

  1. muy bueno pero esta sin terminar el relato o termina quedando tres......

    ResponderEliminar
  2. El relato no esta terminado.
    Quiero ver la acogida que tiene para seguir la 2º parte.
    gracias por comentarlo.

    ResponderEliminar
  3. Antes de nada, enhorabuena por el blog. Me gusta que tengáis iniciativa para hacer cosas. El relato pinta bien (dejando a un lado el tema de las faltas de ortografía) aunque para mi gusto faltan descripciones. Por ejemplo si estan quince minutos corriendo es una buena ocasión para explicar como saltaban sus pollas en cada zancada (y hasta imagino que estando desnudos, aunque fuese por los nervios alguno se pondría morcillón)Muy buena la técnica del escupitajo para pajear al otro, aunque bueno, para ser "heteros" no les veo yo que tengan mucho problema en pajear a otro tio o comerles el culo, lo cual no es muy creíble. Otra cosa que me gustaría que contases es que hacen los de la hermandad mientras estan humillando a todos estos paletos ¿se ponen cachondos? ¿se sienten poderosos? Bueno, creo que para ser tu primer relato está de puta madre, veo que hay madera. Y algunas cosas me recuerdan a cierto autor, jejejejej... En serio, sigue que vas por buen camino.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Miguel , sabes que para mi tu critica es muy importante.
    La verdad me gustaría ponerlo mas cañero , ya q me estoy cortando con muchas cosas por que por lo que veo a la gente no le gusta lo cañero y se escandalizan cuando leen " polla"
    Jajajajaja
    Pero bueno , gracias a tus criticas y a los de los demás espero ir mejorando poco a poco
    Gracias una vez mas!
    besos Miguel

    ResponderEliminar
  5. Nadocore tú no tienes que escribir pensando en lo que le pueda gustar a la gente. Tienes que escribir lo que a ti te apetezca. Es imposible gustarle a todo el mundo!

    ResponderEliminar